La cruz maya de la vida es un símbolo central en la cosmovisión de las culturas mesoamericanas, especialmente entre los pueblos mayas. Representa los cuatro puntos cardinales y la interacción entre los diversos elementos de la naturaleza, así como el ciclo de la vida y la muerte.
La cocina es un acto que transforma ingredientes crudos en alimentos cocinados, y la Cruz Maya de la Vida simboliza precisamente este ciclo de transformación.
Desde la siembra de los cultivos hasta la cosecha, la preparación de los alimentos y, finalmente, su consumo, todo esto refleja el ciclo continuo de la vida y la muerte.