El taller de Sijil ha resonado más allá de nuestras puertas, dejando una huella que ha sido reconocida tanto en México como en otras latitudes. Cada mención y reconocimiento que recibimos es un eco de nuestro compromiso con la creación auténtica, un tributo a las formas que nacen aquí, inspiradas en el alma de la tierra y en el diálogo entre arte y espacio.