Nuestro taller es el pulso de Sijil, un lugar donde la magia se hace tangible, donde las ideas toman forma y la materia se despierta. Aquí, las manos y las herramientas se convierten en extensión de los sueños, y cada rincón está impregnado de la luz de un propósito, de la claridad de la luna y de la intensidad del trabajo. Es un espacio que escucha, que responde al llamado de cada material y se deja guiar por la voz de las texturas y las formas que se revelan.